A UNA SEMANA DEL TERREMOTO EN JAPÓN HAY 300 DESAPARECIDOS
El terremoto de magnitud 7,6 que sacudió la prefectura de Ishikawa, en el centro de Japón, hace una semana, ha dejado un saldo doloroso con al menos 168 personas fallecidas y más de 300 personas aún desaparecidas, según el recuento ofrecido por las autoridades locales.
Las localidades más afectadas por este devastador evento, como Wajima y Suzu, han sido testigos de la mayoría de las víctimas mortales, y continúan siendo los focos principales de las operaciones de búsqueda y rescate. El despliegue de estas tareas se ha visto dificultado por las condiciones climáticas adversas, especialmente la presencia de nieve y los daños ocasionados en las carreteras.
Además de las lamentables pérdidas humanas, más de 500 personas han sufrido heridas de diversa gravedad, convirtiendo este terremoto en uno de los más devastadores que ha vivido Japón en la última década.
El terremoto ha ocasionado serios problemas de acceso a la zona más afectada, el norte de la península de Noto, debido a los cortes en las carreteras dañadas por el sismo y las avalanchas de rocas y tierra. Estos obstáculos, sumados a las bajas temperaturas y las nevadas de hasta 13 centímetros, han dificultado aún más la movilidad, elevando el riesgo de nuevos deslizamientos o derrumbes en edificaciones dañadas y exponiendo a las personas a condiciones extremas, como la hipotermia.
Además, las réplicas del terremoto, algunas de magnitud superior a 5, han continuado en la región de Noto, incrementando la preocupación por más daños y afectaciones.
Estas condiciones meteorológicas adversas han provocado desplazamientos de tierra adicionales y más daños en edificios e infraestructuras.
La demora en la reparación de las infraestructuras básicas para suministrar servicios esenciales a los afectados y facilitar las operaciones de rescate ha suscitado críticas por parte de expertos.
Ante esta situación, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha expresado el compromiso de realizar todos los esfuerzos posibles para ayudar a las personas que se encuentran en las áreas aisladas. Entre las medidas contempladas se encuentra el acceso a pie o mediante helicópteros por parte de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (Ejército).
Además, se ha anunciado que el terremoto en el centro de Japón será designado como un “desastre extraordinario”, lo que facilitará un tratamiento administrativo especial para aquellos afectados que necesiten solicitar asistencia o procedimientos de ayuda.
Alrededor de 28,000 personas continúan alojadas en centros de evacuación temporal tras el terremoto, mientras que aproximadamente 15,000 hogares carecen de suministro de agua corriente y más de 14,000 permanecen sin electricidad.
Además, se estima que más de 2,000 individuos en la prefectura de Ishikawa se encuentran aislados en 24 localidades debido a los graves daños en las carreteras y caminos de acceso.
Esta situación ha generado la respuesta de las autoridades locales, quienes han inaugurado un nuevo centro de evacuación en un gimnasio público en la ciudad de Kanazawa. Este lugar ha dispuesto la instalación de más de 200 tiendas de campaña, destinadas a acoger a partir de este martes a personas vulnerables como ancianos, mujeres embarazadas y aquellos con necesidades especiales.