CONSTRUYEN EL EL PRIMER PUEBLO A PRUEBA DE HURACANES
Cuando el huracán Ian tocó tierra en la costa suroeste de Florida, en Estados Unidos, trajo consigo vientos de 241 km/h, 43 centímetros de lluvia en 24 horas y marejadas de hasta 5,5 metros.
Fue el huracán más costoso de Florida, con al menos 150 muertos y más de US$112.000 mil millones en daños.
La tormenta de categoría 4, que azotó Florida el 28 de septiembre de 2022, dejó sin electricidad a más de 4 millones de personas en el estado, y provocó inundaciones catastróficas.
En medio de esa calamidad, hubo una comunidad que sorteó la tormenta sorprendentemente bien: Babcock Ranch, un desarrollo de 73 km2 que estaba en el ojo de de la tormenta, en el suroeste del estado, al norte de Fort Myers.
Construido para soportar tormentas poderosas, el pueblo salió relativamente ileso. Y aunque no estaba en la línea directa del huracán Idalia cuando pasó por el sureste de EE.UU. a fines de agosto, el pueblo tendrá nuevamente la oportunidad de mostrar su fortaleza este año.
En el caso de Florida, ante el impacto de cualquier sistema tropical es más proclive a inundarse que cualquier otro estado debido a su terreno plano. A pesar de ello, solo el 18% de los hogares del estado tienen un seguro contra las inundaciones. Algunos residentes reportan incluso que su seguro será más caro que su renta.
Se estima que en los próximos 50 años, la población de Florida aumentará en otros 12 millones de personas, y la proporción de tierras desarrolladas pasará de 18% a 28%, un aumento de 14.000 km2.
Cinco días antes de que azotara el huracán Ian, Kitson se sentó a la mesa con su equipo de ingenieros, contratistas y managers, y revisó minuciosamente los diseños de Babcock Ranch. “¿Hemos hecho todo lo humanamente posible para garantizar la seguridad?”, les preguntó.
Kitson había construido el desarrollo superando los códigos de edificación requeridos – por un gran costo adicional- para asegurarse de que la comunidad fuera capaz de sobrevivir a la tormenta.
El huracán Ian dejó sin electricidad a más de cuatro millones de personas en Florida y provocó inundaciones catastróficas.
El pueblo, que se inauguró en 2018 y tiene cinco veces el tamaño de la isla de Manhattan, es como una imagen de una postal, con el césped bien cuidado, campos de golf de color verde brillante, senderos forestales y carriles para bicicletas.