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FUNDADOR DE UN ORFANATO HAITIANO ABUSÓ SEXUALMENTE DE MENORES

Michael Geilenfeld, un ciudadano estadounidense y fundador de un orfanato en Haití, enfrenta acusaciones de haber obligado a cuatro niños que vivían en la institución a participar en actos sexuales hace más de una década, según reveló la fiscal Jessica Urban, de la Sección de Obscenidad y Explotación Infantil del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. La acusación se presentó el 18 de enero en Florida, donde Geilenfeld fue imputado por cargos de abuso sexual infantil.

Durante una audiencia de detención en el tribunal federal de Denver, la fiscal Urban describió a Geilenfeld como un “depredador sexual infantil peligroso, manipulador y astuto”, quien durante décadas se habría aprovechado de niños pobres mientras desempeñaba su labor como misionero en el extranjero. Estas afirmaciones marcan la primera vez que las autoridades revelan detalles de la investigación que condujo a la acusación de Geilenfeld.

Durante la audiencia, la fiscal presentó evidencia para respaldar su solicitud de que no se le otorgue libertad bajo fianza, argumentando que existe el temor de que él o sus seguidores intenten intimidar a las víctimas para evitar que testifiquen en su contra. El juez Scott Varholak retrasó la decisión, indicando que necesitaba más información sobre la situación de vida de Geilenfeld en Colorado, donde fue arrestado el fin de semana pasado.

El abogado de Michael Geilenfeld, Robert Oberkoetter, compareció ante el tribunal para defender a su cliente, indicando que Geilenfeld tiene un trabajo a tiempo completo cuidando a su casera y al hijo discapacitado de esta última. Cuando el juez expresó preocupación sobre la posibilidad de que haya un menor en la casa, Geilenfeld respondió que la persona en cuestión tiene 33 años. Oberkoetter se negó a hacer comentarios sobre las acusaciones.

La acusación presentada en Florida acusa a Geilenfeld de viajar desde Miami a Haití “con el fin de participar en cualquier conducta sexual ilícita con otra persona menor de 18 años”. El periodo de abuso se ubica entre noviembre de 2006 y diciembre de 2010, mientras Geilenfeld dirigía el orfanato St. Joseph’s Home for Boys. Este cargo conlleva una pena máxima de 30 años de prisión.

El juez Varholak expresó su preocupación por el tiempo que ha llevado procesar a Geilenfeld y cuestionó el peligro que representa ahora después de haber estado en libertad durante tanto tiempo. También destacó que un gran jurado federal en Carolina del Norte que investigó a Geilenfeld en 2012 no emitió una acusación, lo que consideró un hecho poco común.

En un expediente judicial presentado el jueves, Oberkoetter acusó a los fiscales de “comprar foros”, una práctica en la que los abogados buscan que los casos se juzguen en una jurisdicción donde creen que tendrán más éxito.

Las acusaciones de abuso sexual contra Michael Geilenfeld han sido objeto de investigación por parte de las autoridades de Haití durante mucho tiempo. Geilenfeld fue arrestado en septiembre de 2014 en base a las acusaciones formuladas en su contra por el defensor de menores de Maine, Paul Kendrick. Kendrick acusó a Geilenfeld de ser un pedófilo en serie después de hablar con jóvenes que afirmaron haber sido abusados por Geilenfeld cuando eran niños en Puerto Príncipe, la capital haitiana, donde fundó el orfanato en 1985.

Geilenfeld respondió a estas acusaciones calificándolas como “mentiras viciosas y viles”, y su caso fue desestimado en 2015 después de pasar 237 días en prisión en Haití. En un momento dado, Geilenfeld y una organización benéfica asociada con el orfanato, Hearts for Haiti, demandaron a Kendrick en un tribunal federal de Maine. La demanda culpaba a Kendrick por el encarcelamiento de Geilenfeld, el daño a su reputación y la pérdida de millones de dólares en donaciones.

La demanda fue resuelta en 2019, cuando las compañías de seguros de Kendrick pusieron fin al caso pagando 3 millones de dólares a Hearts with Haiti, pero nada a Geilenfeld.