EL TURISMO EN MEDIO DE LA GUERRA
La región de Oriente Medio, que experimentó un fuerte crecimiento turístico en 2023, enfrenta desafíos significativos debido a la tensión generada por el conflicto entre Israel y Gaza. Aunque la región había liderado el crecimiento mundial del turismo, las llegadas y reservas se estancaron en el tercer trimestre de 2023 después de los eventos en Israel y Gaza.
La paralización del sector turístico en países vecinos como Jordania y Líbano, y la amenaza de afectar la recuperación post pandemia en Egipto, ha creado un entorno desafiante. La percepción de riesgo y el miedo a viajar a la región han afectado las operaciones y la demanda, con cancelaciones de viajes y una disminución significativa en la actividad turística.
A pesar de los esfuerzos por reactivar el turismo, la región enfrenta desafíos significativos, y la recuperación plena del sector dependerá en gran medida de la estabilidad y la resolución de los conflictos en curso.
La región de Oriente Medio enfrenta un impacto significativo en la industria turística debido al conflicto en Israel y Gaza. En los primeros meses después del inicio del conflicto, la región experimentó cancelaciones de reservas y una falta de nuevas reservas. Aunque ha habido un repunte tímido en las últimas semanas, las perspectivas siguen siendo desafiantes mientras persista la violencia.
La crisis actual, marcada por el conflicto armado, se percibe como diferente a eventos anteriores de tensión en la región. La guerra en curso ha llevado a una caída pronunciada en el turismo, y la región no recuperará su tráfico turístico habitual hasta que termine el conflicto.
Este escenario puede desviar turistas internacionales hacia destinos en Europa y obligar a los turistas europeos a buscar alternativas de viaje.
El impacto del conflicto en Israel y Gaza ha afectado significativamente al sector turístico en la región en el último trimestre de 2023. Las llegadas aéreas internacionales han experimentado una disminución notable en Líbano y Jordania en comparación con 2019. En Líbano, donde el turismo era un sector en crecimiento, las llegadas cayeron un 31%, y en Jordania, que depende en gran medida del turismo, la caída fue del 26%.
Según ForwardKeys, las perspectivas para la primera mitad de 2024 siguen siendo sombrías, con una proyección de una disminución del 26% en las llegadas internacionales para Jordania y una caída del 44% para Líbano en comparación con 2019. En Israel, las llegadas internacionales cayeron drásticamente en diciembre, un 85% menos que antes de la pandemia, y las reservas aéreas para la primera mitad de 2024 están un 60% por debajo de los niveles anteriores.