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TRUMP SE AFERRA A UNA CANDIDATURA PRESIDENCIAL

La posible inclusión de Donald Trump en las papeletas electorales de dos estados de Estados Unidos está sujeta a la interpretación de un solo párrafo de la Constitución, lo que ha generado controversia y ha desencadenado denuncias por parte de sus opositores, así como recursos legales presentados por el exmandatario.

La sección 3 de la enmienda XIV establece restricciones que prohíben a individuos que hayan participado en alguna insurrección contra Estados Unidos o hayan brindado apoyo a enemigos del país, luego de haber jurado defender la Constitución, ocupar cargos como senadores, representantes en el Congreso o ser electores para elegir presidente y vicepresidente.

En diciembre, Colorado y Maine excluyeron a Trump de las elecciones primarias del Partido Republicano en esos estados, utilizando este argumento basado en su presunta implicación en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021. Por otro lado, la defensa legal del exmandatario, durante su período entre 2017 y 2021, se aferra a diferentes argumentos legales, entre ellos, la alegación de que el párrafo en cuestión no menciona específicamente el cargo de presidente entre aquellos puestos vetados por la enmienda.

La Enmienda XIV, aprobada en 1868 tras la Guerra Civil estadounidense, tenía como objetivo prevenir que individuos afiliados a los rebeldes sureños de la Confederación ascendieran al poder. Según Citizens for Ethics, esta enmienda se ha aplicado solamente a ocho personas en roles de menor jerarquía desde entonces.

La eventual inclusión de Trump podría marcar un precedente, siendo el noveno caso, si sus recursos legales no prosperan. Esta situación ha llevado al país a “territorio desconocido”, según Justin Crowe, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Williams College de Massachusetts.

Se ha presentado un recurso en contra de la decisión de Maine, y se espera que se haga lo mismo respecto a la resolución de Colorado, lo cual debe ocurrir muy pronto, ya que el plazo para hacerlo finaliza el jueves.

Cabe mencionar que los dos casos penales en los que Trump está involucrado, en Georgia y Washington D.C., relacionados con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 (ganadas por Joe Biden), no incluyen cargos de insurrección contra él.

“¿Qué significa realmente haber participado en una insurrección o rebelión? No está definido con claridad, por lo que queda sujeto a interpretación. ¿Sería suficiente que el Tribunal Supremo de Colorado o la Secretaría de Estado de Maine alegaran que se ha producido tal insurrección? Esto destaca las complicaciones del intento por descalificar a Trump”, señaló a EFE el experto de Williams College.

En el sistema federal de Estados Unidos, cada estado es responsable de organizar sus propias elecciones, incluyendo las presidenciales, lo que les otorga la autoridad para excluir a un candidato, incluso si este no está acusado formalmente.

En el sistema de votación presidencial, cada estado tiene tantos electores como miembros en el Congreso. Un candidato presidencial necesita obtener al menos 270 votos electorales para ganar la elección, y tradicionalmente el ganador en un estado recibe todos los votos de sus electores.

Richard Groper, profesor en la California State University de Los Ángeles, resalta que “un solo voto puede marcar la diferencia”, por lo que este tema es de gran relevancia. Groper opina que demostrar que Trump formó parte de la “insurrección” del 6 de enero es “difícil pero no imposible”.

Existe la posibilidad de que el Tribunal Supremo pueda emitir un posicionamiento definitivo que aplique de manera uniforme a todos los estados en este caso.