LA NUEVA ENCUESTA DE DROGAS CONTARÁ CON UN BAJO PRESUPUESTO
El sondeo tendrá un costo inferior a los 100 millones de pesos, a pesar de ampliar el rango de edad de los encuestados y enfrentar el desafío de medir el consumo de fentanilo y evaluar la salud mental.
Tras siete años desde el último registro, finalmente se actualizarán los datos sobre el consumo de drogas en México. La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasami) se ha fijado metas ambiciosas para la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones, la cual comenzó a finales de octubre de 2023 y se espera que los resultados estén disponibles entre abril y mayo del próximo año. .
Además de evaluar el consumo de sustancias ilícitas, la encuesta busca evaluar la salud mental de la población y adolescente adulta; Por primera vez, incluye información sobre el consumo de drogas en personas de 65 a 75 años y tiene como objetivo detectar el uso de sustancias emergentes, como el fentanilo.
A pesar de los cambios significativos, este sondeo se está llevando a cabo sin un presupuesto específicamente asignado para este propósito y con un equipo diferente que, aunque carece de experiencia en la realización de otras encuestas de salud, cuenta con experticia en trastornos mentales y consumo de sustancias.
La Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones 2023-2024, ansiada desde hace más de cinco años, será un desafío crucial para la Conasami, el nuevo ente de la Secretaría de Salud que reemplazó a la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic). A pesar de las restricciones presupuestarias, se espera que entregue un ejercicio estadístico sólido.
Esta encuesta sobre adicciones presenta dos nuevos temas de gran relevancia: el consumo de fentanilo en México y la salud mental. Uno de los aspectos destacados es la intención de medir la prevalencia de depresión, ansiedad, conductas suicidas y otros problemas de salud mental en adolescentes y adultos, según menciona Nadia Robles, quien lidera la operación de campo para esta nueva encuesta.
Sin embargo, la meta más ambiciosa quizás sea evaluar el uso de fentanilo en el país. Este análisis se vuelve crucial en un contexto en el que el control de esta sustancia se ha convertido en un tema de seguridad nacional y política exterior, ya que Estados Unidos presiona a México para detener su tráfico hacia sus fronteras.
Estos datos también permitirían mostrar si el consumo se ha extendido lejos de la frontera norte, principalmente de Tijuana y Mexicali, municipios de Baja California.