CONCIERTO NOCHE DE GALA MÉXICO Y COREA
Tuvimos la oportunidad de asistir a la orquesta elaborada por México y Corea que se celebró el 06 de julio en el Auditorio Blas Galindo, ubicado dentro del Centro Nacional de las Artes. De manera personal es la primera vez que asisto a un evento de estos.
Estuvieron presentes, la maestra Jeong Rim Lee, el presidente de la asociación coreana Jang Won y el pianista Mario Ramirez
La primera melodía fue un danzón qué sin duda, fue una maravilla auditiva capaz de sorprender a todos en el auditorio, era el inicio y aún encontrábamos espacios vacíos en el escenario, algo que no en mi perspectiva, no afectaba, lo que se escuchaba se notaba preparado y coordinado con meses de antelación.
Comenzamos con la segunda canción pero aquí vemos la intervención surcoreana, qué según me explicaron, se refiere a la historia de una montaña ubicada en Corea del norte con un vista y un paisaje hermoso al cual los surcoreanos ya no tienen acceso tras los conflictos de guerra que existen por el territorio. En este punto, el pianista sobresale aún más, el ritmo se notaba, aunque en la música no existen las nacionalidades, se sentía que esta melodía tenía connotaciones de otra región, completamente nueva y diferente a lo que mis odios latinoamericanos están acostumbrados a escuchar.
Ya era la tercera sinfonía, donde se sumaron las voces qué le darían ese toque angelical, relajante y atractiva experiencia que se estaba viviendo.
Claro el pianista maestro saludo a todo su público y se sentaba en el lugar principal para permitir a nuestra vista poder notar el movimiento tan preciso de sus dedos. Las voces, aunque a primera impresión se notaban jóvenes, al cerrar los ojos y solo escuchar era impresionante la seriedad, las notas y lo articulada qué estaba toda la escena, el trabajo de la maestra fue de lo mejor.
Es impresionante sentir los meses de esfuerzo que cada artista puso, haciendo notar en cada nota qué todos estaban, perfectamente articulados entre sí y resignados a entregar lo mejor ante un público lleno.
Nos vamos a un breve receso para iniciar con la segunda hora del evento, en esta parte logramos escuchar las composiciones propias de los estudiantes y maestros del colegio, sin embargo, llegando a este punto si existía cierta descoordinación en las voces que tenían un desfase con la música, nada que convirtiera esto en una mala experiencia, pero el cambio estaba allí.
Para mi sorpresa, hubo una canción que no importa en qué parte del mundo la escuches, cualquier mexicano podría reconocerla y cantarla ya que forma parte de la cultura nacional, “La llorona” fue la mejor adaptación que he escuchado en muchos años, la coordinación, las voces, el sentimiento que se expresa y que se siente en combinación con los toques personales que le dieron en la academia convirtió esta parte en la más emocional que viví.
Terminamos esta opinión con una recomendación para todos los que logren leer el texto; Asistan y estén atentos a los próximos eventos, es una experiencia que todos deberíamos tener alguna vez, 100% recomendada y el talento que se cocina allí dentro es algo que debemos apoyar. Agradezco a todos los que hicieron posible tal evento.
